Portrait

Retrato

Gérard Lusteau, artista ecléctico y viajero.

El swing de los jugadores de polo o del golf, las delicadas curvas de las mujeres pintadas con tinta china, las vibraciones acuáticas de las piscinas... La diversidad de la obra de Gérard Lusteau atestigua su talento y su capacidad de reinventarse.

Todas estas series tienen en común que despiertan en nosotros un cierto sentimiento estético. Cuando observamos la obra de Gérard Lusteau, probablemente la primera atención se presta a la calidad del trazo, la precisión del dibujo y la exactitud de la composición.

Pero más allá de la intención estética, hay un enfoque artístico afirmado, el de representar el detalle singular que mejor revele el conjunto del que es constitutivo.

Creo que nuestra memoria y nuestras emociones se basan en primer lugar en detalles, cosas muy elementales. Todavía tengo un recuerdo bastante claro del mosaico de un azulejo de cocina, del azul de la puerta de un armario también y son precisamente estas pequeñas cosas las que me transportan al entorno de la casa de mi infancia. Son como llaves que nos abren una percepción más global. Por mi parte, el arte es también eso, partículas notables, catalizadores que contribuyen a una mejor sensación del conjunto.

Este enfoque original, propio de Gérard Lusteau, da como resultado obras que, en última instancia, también cuentan historias, momentos de la vida, también aquí momentos quizás notables. .

Me gusta pensar que cada uno es llevado a “redibujar” sus propias historias en mis cuadros. Un poco como canciones donde cada uno, al final, le suma su propia existencia. Espero que mis pinturas hagan que cada uno cuente su propia historia internamente, ¡más de lo que se cuenta a sí mismo literalmente!

Los detalles de Gérard Lusteau se convierten en los "puntos de partida" de la imaginación del espectador, invitándonos a la recreación de la obra.

“Creación_Recreación_Recreación”, suena un poco a eslogan pero transmite bastante bien el significado de mi trabajo. Mis creaciones, espero que sean un poco recreativas, pero hay un resultado al poner al espectador en una posición de recreación personal. A diferencia de las explicaciones de textos en la escuela, donde se nos impone la intención del autor, allí la verdad de todos se vuelve legítima. Mis cuadros están en algún lugar sin terminar: ¡termínalos tú mismo!

Una vez establecido el concepto, las obras de Gérard Lusteau pueden, paradójicamente, prescindir del discurso conceptual...

Gérard Lusteau representa más de medio siglo de líneas, colores y un estilo impregnado de figuración y narración precisas que dan rienda suelta a la imaginación. Detrás de esta aparente facilidad, se esconde una auténtica sensibilidad hacia el dibujo, un verdadero trabajo de larga duración que no deja de tener referencias a las escuelas clásicas. Así, el sentido del detalle se hace sentir también en la preocupación por perfeccionar la técnica y los procesos.

Josefina Delfin

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